Empleo en Europa

Las extensas discusiones sobre el futuro de la Constitución obligan a posponer al viernes otros temas de la agendaBRUSELAS, 16 (EUROPA PRESS)Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veinticinco se mostraron de acuerdo, en la Cumbre de Bruselas, en que la inmigración ilegal es un problema europeo que no afecta sólo a los países fronterizos y que para combatirla, y para afrontar los retos que plantea también la inmigración legal, son necesarias tanto medidas de control a corto plazo como una política de desarrollo de los países de origen."Como denominador común ha quedado claro que tenemos que actuar juntos", señaló el primer ministro austriaco, Wolfgang Schüssel, como conclusión del debate. En rueda de prensa tras la cena que compartieron los dirigentes, aseguró que los Veinticinco estaban de acuerdo en desarrollar "una estrategia exterior e interior" respecto a la inmigración. Schüssel calificó de "exposición interesantísima" la intervención del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que fue el encargado de abrir el debate.Por lo que se refiere a la acción exterior, destacó la necesidad de una "acción coordinada" para mejorar la cooperación con los países de origen de los inmigrantes, especialmente en Europa del Este y África. También abogó por "mejorar la protección de fronteras para combatir la inmigración clandestina y que no sea tan fácil el trabajo de las bandas de traficantes de personas".En cuanto a la integración, aseguró que hubo consenso en la importancia de que los inmigrantes aprendan el idioma de los países donde quieren instalarse y acepten los valores de derechos humanos, derechos de la mujer, o imperio de la ley. "No tiene que haber compromisos, son cosas obvias, son las cosas que conforman a Europa y por ello es decisivo que estas cosas sean prioritarias. No nos podemos conformar con exigencias menores", afirmó Schüssel, que explicó que también se habló de los jóvenes inmigrantes poco cualificados y sus dificultades de integración.CHIRAC APOYA A ZAPATEROPor su parte, el presidente francés, Jacques Chirac, apoyó la posición española y, según fuentes de la delegación francesa, hizo hincapié en que el problema es europeo y africano, y que es necesario intensificar de manera fuerte y decidida, la cooperación con Africa. Ello debe incluir un fuerte aumento de la ayuda al desarrollo (AOD) de la UE y su concentración en el continente africano, pero también mejorar la utilización de la ayuda para que los países destinatarios la dediquen realmente el empleo y el nivel de vida de sus ciudadanos.En cuanto a las medidas a corto plazo, Chirac apostó también por mejorar los dispositivos de control de la inmigración ilegal, colaborar para desmantelar las redes de tráfico de seres humanos e impulsar los acuerdos de readmisión de inmigrantes ilegales.Chirac, junto a Zapatero y el primer ministro portugués, Jose Socrates, ha pedido a los Veinticinco la convocatoria de una segunda Cumbre UE-Africa, que se celebraría en el segundo semestre de 2007 en Lisboa, bajo presidencia portuguesa de la UE.Además, las fuentes señalaron que las conclusiones sobre inmigración que aprobará mañana el Consejo Europeo servirán de líneas directrices para la próxima Conferencia sobre migraciones y desarrollo que se celebrará en Rabat los días 10 y 11 de julio.La inmigración fue el único asunto que trataron los jefes de Estado y Gobierno durante su cena del jueves, además de lo relativo a la Constitución europea, que se prolongó más de lo previsto y obligó a posponer a la mañana del viernes la discusión de otros asuntos, como la ampliación de la UE y su capacidad de absorción, la política energética de la UE o la gestión de crisis.La presidencia austriaca presentará hoy viernes por la mañana a los Veinticinco un borrador de conclusiones donde propondrá que como muy tarde en 2008 los Gobiernos de la UE hayan llegado a una solución sobre la Constitución, mientras sigue el proceso de ratificaciones sobre el texto actual y se trata de impulsar una Unión Europea que dé resultados e asuntos concretos que interesen a los ciudadanos. El propio Zapatero reconoció durante el debate que es difícil que los ciudadanos pongan tanto entusiasmo en los asuntos institucionales europeos como en el Mundial de Fútbol.
Diario Directo